Porque, como la Covid-19 nos ha recordado, los sanitarios batallan cada día en una trinchera donde en ocasiones su fe, su vocación y su sufrimiento pasan a un segundo plano. Gracias a la experiencia en pastoral con sanitarios del propio autor, se busca hacer de cada uno de nuestros hospitales, residencias, consultas y centros de salud un espacio de vida, de sentido y de humanidad.
En este libro de estilo ágil y palabra precisa, el sanitario no se convierte únicamente en agente llamado a evangelizar, sino también en receptor que ansía ser cuidado y curado de sus diversas heridas y dolores. Se trata, en definitiva, de hacer que médicos, enfermeros, auxiliares y celadores, entre otras muchas profesiones, se puedan sentir salvados por Otro que nunca les abandona.
«Pero cuando todo transcurre únicamente de tejas para abajo existe el riesgo de vivirse zarandeado alternativamente entre el heroísmo más incuestionable y el fracaso –en apariencia– más estrepitoso. Es decir, de sentirse exhausto al subir a lo alto de la cima y caer irremediablemente, una y otra vez, hasta lo más profundo del foso. En cambio, cuando en los tejados de la ciencia y la profesión se abren claraboyas de trascendencia resulta posible salir de uno mismo y desembarazarse de las ataduras que hacen al sanitario entenderse simplonamente como héroe o como impostor. Porque entonces aparece algo así como una mística del éxito y del fracaso, que no encierra ni esclaviza, sino libera y esponja».