Tal vez has leído resúmenes. Quizás lo has visto citado en tuits, artículos, habrá infinidad de extractos de sus palabras. Y no es extraño, porque merece la pena. Pero, ¿sabes? Dedícale un rato. 17 minutos. Escúchalo. No dejes que otros lo interpreten por ti. Escucha esas palabras. Y piensa de qué manera tú, y yo, y nosotros, podemos hacer real esa revolución de la ternura, esa esperanza que es capaz de mirar al futuro. Y, si ya las habías escuchado hace tiempo, vuelve a hacerlo ahora. Que reposen. Que calen. Que no se olviden como algo bonito de un momento.

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