Mi hijo y yo

Sinopsis

Jo Canavaro tiene un hijo y un problema. Pero el problema no es el hijo, el problema es que la vocación del hijo no coincide con la del padre, y el padre ha de crecer mucho por dentro para entenderlo. El problema es que el padre (y el abuelo, y el bisabuelo, y los tíos) han sido famosos jugadores de rugby de la liga regional francesa y representantes del pueblo de Doumiac. Eran buenos de verdad. Pero Tom, huérfano de madre e hijo de Jo, no tiene ninguna capacidad para jugar al rugby. Ni le gusta, ni lo entiende e incluso hay jugadas que le dan miedo. El padre, en medio de esta crisis agravada por otras circunstancias, encuentra una solución aparente: crear un equipo donde su hijo se pueda sentir a gusto y juegue motivado. En la película aparecen otra serie de personajes que van ayudando al Jo y a su hijo en la crisis familiar que están pasando: Pompón, un personaje singular que todas las semanas sube a un tren para iniciar un viaje y siempre se baja en el último minuto; Frontignan, el amigo que vuelve del pasado despertando viejas historias y dando nuevas oportunidades…

¿Por qué ver Mi hijo y yo?

  • Porque a veces es bueno enfrentarte con situaciones complicadas y aceptar que son así: por ejemplo, un padre tozudo que no sabe acompañar a su hijo. No hay crítica desalmada y se acaba amando a este padre, pero pone nervioso…
  • Porque es interesante ver personajes extraños en las películas, seres que hacen cosas sin razón, como Pompón, que se une a Jo en todo lo que hace porque le da seguridad su amistad, y es capaz de seguirle en las situaciones más inverosímiles, como Sancho a Quijote.
  • Porque la película tiene un guión simple y sencillo, de comedia facilona pero entretenida, y es bueno ver películas fáciles a las que se les puede sacar un buen sabor ya que lo intentan mostrar, no es ni heroico, ni trascendente, ni complicado, sino sencillo como la vida misma.
  • Porque nos enseña que las soluciones a los problemas a veces se escapan a tus manos y, aunque eso es un golpe para el orgullo, nos muestra que todo no está en nuestras manos y que la humildad es la mejor escuela.
  • Porque nos presenta a unos personajes realistas, fanfarrones, preocupados, pensativos… normales en definitiva. Y son tan normales que, siendo una película que puede pasar completamente desapercibida por los expertos en cine, tiene una trama muy aprovechable para ser pensada.

Para pensar

1) El neozelandés invita a Jo a no ponerse en el centro del campo para pensar, sino a hacerlo desde un lateral. ¿Recuerdas por qué lo hace?  

2) ¿A qué se siente verdaderamente llamado Tom? ¿Cómo es entendido esto por el padre al inicio de la película? ¿Cuándo entiende Jo la verdadera vocación del hijo?  

3)  Pompón es un personaje extraño que imita y acompaña a Jo como una sombra. Es precisamente la sombra con lo que lo compara Jo cuando ve que no le ayuda tenerlo pegado a sus talones cada minuto. ¿Recuerdas qué palabras usa?  

4) Cuando Tom empieza a confiar en su padre le dice que una vez le hizo muchísimo daño. Tenía solo cinco años. ¿Recuerdas qué le provocó a Tom tanto dolor? ¿Acertó el padre en contarle ese secreto?  

5)¿Por qué no hay fotos de la madre de Tom en toda la casa? ¿Qué explicación le da el padre? ¿Qué te parece dicha explicación?  

6) El liderazgo del padre es puesto a prueba con la llegada del entrenador neozelandés. ¿Qué provoca esto en el padre a corto plazo? ¿Y conforme va pasando el tiempo?

Mi hijo y yo Imagen 1
Título original Le fils à Jo
Dirección Phillippe Guillard
Guión Phillippe Guillard
País Francia
Año 2010
Duración 95 min.
Reparto Gérard Lanvin, Jéremie Duvall, Olivier Marchal, Vincent Moscato, Karina Lombard, Abbes Zahmani, Lionnel Astier, Darren Adams, Laurent Olmedo, Grance Hancock