Seguro que si te paras a pensar descubres que hay muchas cosas estupendas de la vida que no agradeces. Personas, situaciones, proyectos que quizás por tenerlos siempre ahí has descuidado un poco. La vida está llena de posibilidades y de regalos que tenemos que aprovechar. A veces podemos dejar de cuidar y agradecer los mejores regalos de la vida, por pararnos y detenernos en dimensiones de la vida menos importantes. Párate a pensar qué partes de la vida tienes que agradecer y sobre las que quizás, últimamente, andas un poco más distraído. Aquellas cosas buenas que por el ritmo frenético en el que vivimos dejamos de lado, aunque nos gustaría poder tener más presentes en nuestro día a día.