«Como es de suponer, también en mi camino de fe aparecieron preguntas críticas y dudas acerca de muchos aspectos de la religión. Una serie de preguntas sigue abierta para mí, y a veces también aquello que ya daba por resuelto se sumerge de nuevo en la oscuridad. Pero con el tiempo he descubierto que las pruebas y ‘crisis de fe’ aparecían especialmente cerca del umbral de la recepción de una nueva idea importante, de un rayo de luz que me permitía seguir avanzando por el camino de fe y sumergirme más profundamente en ella. Esto condujo a que, más tarde, casi me alegrase de los momentos de crisis, porque me indicaban que iba a aparecer un nuevo paisaje tan solo con que cruzase pacientemente el desfiladero, y que aquello que, por un momento, me parecía una pared insuperable de alta montaña, luego, visto ‘desde el otro lado’, me parecía una colina ridículamente pequeña. ¡Y por algo tan banal casi pierdo la fe! Una piedrecita siempre parece mucho más grande y afilada cuando se clava en el zapato que cuando la hemos vuelto a arrojar al camino.»

Tomáš Halík¿Deshacerse de Dios?

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