• serjesuita
  • magis
PastoralSJ
  • ser
  • creer
  • vivir
  • biblia
  • recursos
    • orar
    • profundizar
    • oír
    • leer
    • ver
  • PastoralSJ
    • ser
    • creer
    • vivir
      • biblia
        • Libro
        • Busqueda
      • recursos
        • orar
        • profundizar
        • oír
        • leer
        • ver
    youtube twitter facebook

    Motivos para la alegría


    Nos dicen que el tiempo pascual es tiempo para el regocijo y el júbilo, para la sonrisa y el canto, para la dicha profunda y la esperanza inagotable. Pero nuestra vida no es hoy muy distinta a la que teníamos hace unas semanas, cuando se nos invitaba a la conversión y a la sobriedad… ¿O sí lo es? ¿Qué es lo que ha cambiado? ¿Qué es lo diferente? Ciertamente, no mi trabajo ni mis amigos; no mis rutinas ni mis miedos; no mis defectos ni mis virtudes; y posiblemente tampoco han cambiado demasiado mis estados de ánimo. Entonces, ¿qué puede hacerme dichoso hoy?

    navigate_next
    Motivos para la alegría Imagen 1

    «Se levantaron al instante, volvieron a Jerusalén y encontraron a los once con los demás compañeros, que afirmaban: 'Realmente ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón'. Ellos por su parte contaron lo acaecido por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan» (Lc 24, 34-35)

    Lo que otros cuentan

    No son trovadores, embaucadores ni soñadores. No hablan por hablar. Pero sus voces siguen resonando hoy. Algo ocurrió en Jerusalén. Y en tantas otras jerusalenes de nuestro mundo. Algo tan especial que hizo que el pánico se convirtiera en coraje, el dolor en dicha, la derrota en triunfo. Son los testigos de la VIDA. Testigos de una presencia que inflama los corazones. Portavoces de una forma de ser y de vivir que atraviesa la muerte. Son los testigos que, con su vida entregada de mil maneras y en muchos tiempos y lugares, nos abren los ojos, nos inquietan y cautivan… Como aquellas primeras mujeres. Como tantos otros después. Y cuando les vemos y les escuchamos, aflora la esperanza.

    ¿Quiénes son testigos de Dios en mi vida? 

    ¿Cómo lo hacen?

    Lo que quiero decir es que sí, la miseria es grande,

    y aun así me ocurre a menudo por las noches, 

    cuando el día se va apagando dentro de mí, 

    hondamente, que camino con ágiles zancadas 

    a lo largo de la alambrada 

    y siento subir de mi corazón una fascinación 

    –no lo puedo evitar, proviene de una fuerza elemental–. 

    Esta vida es maravillosa, grande, 

    tenemos que  construir un mundo nuevo 

    después de la guerra. 

    Y a cada infamia, a cada crueldad, 

    hay que oponerle una buena dosis 

    de amor y buena fe 

    que primero habremos de hallar 

    dentro de nosotros mismos. 

    Tenemos derecho a sufrir, 

    pero no a sucumbir al sufrimiento. 

    Y si sobrevivimos a esta época, 

    ilesos de cuerpo y alma, 

    de alma sobre todo, 

    sin resentimientos, sin amarguras, 

    entonces ganaremos el derecho 

    a tener voz cuando pase la guerra. 

    Tal vez soy una mujer demasiado ambiciosa: 

    me gustaría tener una palabra que enunciar.

     

    Etty Hillesum… desde el campo de prisioneros de Westembrok

     

    navigate_next
    Motivos para la alegría Imagen 1

    «Pero llevamos este tesoro en vasijas de barro, para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros» (2Cor 4, 7)

    Somos ricos

    Parece que para saltar de gozo te tiene que tocar un millón de euros, una lotería o un viaje... O tienes que conseguir un ascenso, o quizás te conformas con que tu equipo del alma obtenga un triunfo resonante y te dé un alegrón... También puedes disfrutar mucho cuando hay fiesta y algazara.

    Pero, ¿de verdad no hay fuentes mucho más cotidianas para la alegría? ¿No es importante el detenerme a mirar a mi vida con gratitud? Quizás una clave de esta pascua pueda estar en reconocer tanto bien como he recibido… Familia, amigos, amor (no siempre fácil, pero ¿quién dijo que lo fuera?), talentos, defectos –que afortunadamente me hacen humano y vulnerable–; historias –en las que he aprendido tanto–; trabajos y descansos, palabras prestadas que me han hablado de Ti, proyectos –aunque no siempre hayan salido bien–; ternura –a veces–; sueños, un techo y un plato caliente cada día –que tantos querrían–; tu evangelio como un canto que me atraviesa; dudas y certezas… Gracias.

    ¿Cuáles son mis riquezas?

    Las recorro despacio y en acción de gracias estos días.

    Desde este desierto de mi piso

     

    De este manantial de soledad exterior,

    me brota continuamente

    el agua clara de la paz;

    el silencio interior me acaricia

    como no sabe hacerlo ningún humano.

    El silencio interior se manifiesta

    y me escucho,

    –aunque oigo también

    los mil ruidos de la autopista

    a la que dan mis terrazas–

    desde mi celda,

    entre el asfalto y las golondrinas

    trenzo el puente invidente

    por el que paso a meditar,

    que no puedo prescindir aún de las personas

    de este mundo que me rodea,

    que me conoce

    –o que no me conoce–,

    que me adula

    o hiere

    o ama

    o envidia.

     

    Desde este desierto de mi piso

    amo en soledad a todos

    y rezo un poema por los analfabetos del amor.

     

    Gloria Fuertes

     
    1
    2
    socialnetworks
    0
    s2smodern
    twitter button
    facebook button
    Compartir
    pinterest button
    linkedin button
    tumblr button
    tipos de contenido
    Artículos
    Vídeos
    Reflexiones
    Oraciones
    Libros
    Películas
    Música
    Oraciones en grupo
    facebook twitter instagram youtube Somos Contacta
    Si alguna imagen infringe derechos de autor, notifíquenoslo y la retiraremos inmediatamente.
    Licencia Creative Commons
    desarrollado por sjdigital

    ¿Quiénes somos PSJ?

    Pastoralsj es un proyecto vinculado a la Compañía de Jesús. Realizado con la colaboración de un enorme equipo de gentes de Iglesia, buscamos acercarnos, con una mirada y una sensibilidad creyente, al mundo de hoy. Queremos hacer pensar, ayudar a creer, ser críticos, lúcidos y capaces de ofrecer espacios de diálogo y encuentro.

    Con nuestras propuestas intentamos llegar a personas diferentes. Jóvenes y adultos; creyentes convencidos, y buscadores llenos de dudas; gente, en todo caso, inquieta y con ganas de formarse. Queremos ayudar a traducir en imágenes, lenguaje y contextos cotidianos la fe; y también a intuir la huella de Dios detrás de los acontecimientos de cada día. Para eso, ofrecemos reflexiones, artículos y vídeos al hilo de la actualidad; también tenemos un amplio abanico de recursos para la pastoral, oraciones, lecturas, o películas, que permitan trabajar en diversos contextos. Esperamos que todo esto os sirva y ayude.

    Gracias