Motivos para la alegría
Nos dicen que el tiempo pascual es tiempo para el regocijo y el júbilo, para la sonrisa y el canto, para la dicha profunda y la esperanza inagotable. Pero nuestra vida no es hoy muy distinta a la que teníamos hace unas semanas, cuando se nos invitaba a la conversión y a la sobriedad… ¿O sí lo es? ¿Qué es lo que ha cambiado? ¿Qué es lo diferente? Ciertamente, no mi trabajo ni mis amigos; no mis rutinas ni mis miedos; no mis defectos ni mis virtudes; y posiblemente tampoco han cambiado demasiado mis estados de ánimo. Entonces, ¿qué puede hacerme dichoso hoy?