Silencio

Silencio, discreto amigo del alma

y amante de la noche,

que entre los muchos ruidos,

tu dulzor escondes.

Compañero del viento,

cómplice de la muerte, 

nuestra oración escuchas

y la vida buena infundes.

No te entiendes con el mundo,

pero al que te busca respondes,

a Dios es al que amas,

aunque a veces asustes.

Silencio, fértil desierto,

vuelve a nuestra vida pronto,

que los gritos no dicen nada,

y en tu melodía no hay embustes.

Mantén este fuego vivo,

y quédate con nosotros,

que las distracciones acechan,

para que a lo hondo nos empujes.

Te puede interesar

PastoralSJ
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.