Sinopsis

Bing Mandsen vive, como todos los que le rodean, produciendo energía a base de pedalear todo el día a cambio de puntos (méritos) que permiten consumir programas, avatares cibernéticos, y hasta pagar por un poco de tranquilidad. En medio de esa vida anodina, un día conoce a Abi Khan, una joven a la que oye cantar en el baño. En la espontaneidad de la muchacha Bing ve un atisbo de verdad que le parece ausente de su vida. Convencido de que, a través de la música, Abi puede marcar una diferencia, Bing le da todos sus ahorros (15 millones de méritos) para que se presente a Hot Shots, un reality show de talentos. Pero la realidad es muy dura para los soñadores.

Título original
15 million merits
Dirección
Euros Lyn
Guion
Charlie Booker, Kanak Hu
País
Reino Unido
Año de publicación
2011
Reparto
Daniel Kaluuya, Jessica Brown-Finlay, Rupert Everett,
Trailer
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Portada
«15 millones de méritos» (Black Mirror 1*02) Imagen 1
Duración
1h.
Para pensar
  1. Una primera idea es la de una sociedad que aprovecha a todas las personas para la producción. A los que pueden producir energía los pone a producir energía. A los que no, los pone a limpiar, o a alimentar los programas de tele-basura. Intuimos aquí una sociedad al servicio del poder económico. ¿Suena real?
  2. Es muy interesante cómo presenta a las personas gordas, como ciudadanos de segunda, destinados a trabajos peores o a ser ridiculizados en la televisión.
  3. Entre los habitantes de ese mundo, los hay absolutamente enganchados, como el compañero de puesto de Ben, un personaje abducido por la telebasura, la violencia y la absoluta falta de empatía con el prójimo. O el chico pelirrojo que es un puro consumidor pasivo, que se deja llevar por cualquier inercia y aplaude todo lo que le pongan delante. ¿Te parecen reales esos estereotipos?
  4. Otra idea inquietante es la de un mundo en el que las personas están expuestas al estímulo mediático (programas y anuncios personalizados), quieran o no. La imposibilidad de escapar, o la obligación de pagar por un momento de silencio y de paz nos habla de la forma en que la tecnología de la comunicación y el ocio de mala calidad va poco a poco colonizando e invadiendo nuestros espacios.
  5. El programa Hot Shots es un claro gemelo de Factor X o programas similares. Los jueces se llaman Hope (esperanza), Charity (Caridad) y Wraith (ira), en un claro indicio de que tan solo están representando roles. Nada es verdadero. Todo es apariencia en esa supuesta tele-realidad.
  6. La tesis del capítulo es que la gente en el mundo del espectáculo es tan solo mercancía, cuyas habilidades se consumen igual que se consumen otros productos. Es la misma tesis que defiende, por ejemplo, Lady Gaga en su vídeo «Bad Romance». ¿Qué opinas de esa idea?
  7. El estallido de ira de Ben en su aparición en Hot Shots, parece transgresor y contracorriente. (Lo puedes ver en el fragmento que ilustra este artículo). Y sin embargo, el sistema -representado por el juez Hope- inmediatamente encuentra la forma de domesticar esa rabia y convertirla en otro producto de consumo. ¿Quedan hoy espacios para vivir contra corriente?
  8. Al final vemos a Ben en su nuevo apartamento. Es más grande, más luminoso, y las pantallas en lugar de mostrar los programas habituales le muestran un bosque. Pero sigue sin ser real. ¿Estaremos todos en prisiones más o menos lujosas en función de los ingresos? ¿Qué es esa vida real a la que aspira Ben?
  • Porque, de nuevo, el escenario es extrañamente plausible y podemos reconocer demasiadas dinámicas de la sociedad actual.
  • Porque los actores son muy creíbles, especialmente la rabia de Daniel Kaluuya como Bing, la vulnerabilidad de Jessica Brown-Findlay como Abi, y sobre todo la frialdad de Rupert Everett como el juez Hope (un personaje en el que es fácil reconocer al Simon Cowell de Factor X)
  • Por la frialdad que transmite, especialmente ese mundo visto a través de las pantallas, que consigue transmitir una sensación de opresión terrible